Harriet Burbidge-Smith, con la misión de aumentar el número de mujeres que practican el ciclismo de montaña

anberra prodigio del ciclismo, Harriet Burbidge-Smith llevaba casi dos décadas montada en su bicicleta BMX, desde que tenía cuatro años. "Mis padres se dieron cuenta de que ya a esa edad me gustaba la bici", recuerda. "Buscaron actividades locales y el club de BMX era una de ellas. Me llevaron allí y no pude mantenerme alejada".

Burbidge-Smith, conocido simplemente como "Haz" en la comunidad BMX, fue un éxito instantáneo. "Desde muy joven salía a competir al extranjero", afirma. La australiana ganó dos campeonatos del mundo amateur y ocho coronas nacionales. Un futuro de éxitos le aguardaba: los títulos olímpicos y mundiales estaban a su alcance. Y entonces se detuvo.

"Disfruté [de las carreras de BMX] hasta los 21 ó 22 años", dice este joven de 25 años. "Hacía carreras de élite, Copas del Mundo... y no me iba tan mal. Pero poco a poco me empezaron a invitar a pruebas de mountain bike". A pesar de que se vislumbraba un futuro brillante en el BMX, pronto se abrió un universo paralelo. "Intenté hacer las dos cosas durante un tiempo", dice. "Y me di cuenta de que estaba disfrutando mucho más con la bicicleta de montaña, y que había encontrado un escenario que encajaba mejor con mi personalidad. Era más creativo y satisfactorio para mí, sentía que me expresaba mucho más".

Y así, con poco más de 20 años, tras haber pasado toda su infancia sobre la bicicleta BMX, coleccionando títulos, patrocinadores y seguidores, Burbidge-Smith dio un salto de fe. Del mismo modo que hoy en día se lanza al aire para realizar una maniobra vertical, ella hizo lo mismo con su carrera. "Dejar el BMX, todos los patrocinadores y el apoyo que tenía, y empezar de cero en el ciclismo de montaña, donde empezaba realmente desde abajo", dice, "ese [ajuste de personalidad] fue un factor importante".

De inmediato, "Haz" se dio cuenta de que había encontrado su tribu. "Enseguida encontré conexiones en este deporte que nunca había encontrado en el BMX", afirma. "El ciclismo de montaña consiste en divertirse y pedalear. La forma de montar de cada uno es diferente: tu personalidad se refleja en tu forma de montar, se trata de ser creativo".

Este deporte también da mucha importancia a los contenidos (vídeos e imágenes) más allá de la competición. "La filmación, la creación de contenidos, es algo muy importante, no se trata sólo de competir", añade. "Con el BMX era muy estricto: calendario, entrenamiento, gimnasio, quién era el más fuerte, quién podía hacer más sentadillas. Eso está muy bien, pero no me llenaba".